lunes, 24 de marzo de 2008

Un día de invierno

El sol iba y venía, ignorando las ansias de calor, las cuales crecían a medida que el cálido verano se alejaba en el tiempo. Como un sueño inalcanzable, un sueño breve, imaginado tantas veces que parecía ya vivido.

Añorado recuerdo

de siestas al mediodía

sobre una piedra candente

bajo un sol dorado.

Los rayos que conseguían llegar al suelo brillaban cual estrellas en noche de invierno, (qué helada va a caer esta noche…).

Otro día más llegará la noche y se dormirá hundiéndose entre las mantas, intentado recuperar las calorías que no sabe generar por si solo. Con un gesto de felicidad; sabiendo que el esfuerzo de esperar merece la pena, que los días de invierno se irán igual que llegaron, que el sol siempre aparece por el este, al amanecer de sus despertares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonito!

Don´t worry, supernena! q el invierno ya pasó (aunq no lo parezca,pues paki hace un frío q pela)....

Y la primera llega, acompañada de sus árboles florecientes,de los pantaloncitos corots de correr,de las chaquetillas vaqueras,de los largos paseos que terminan en la plaza de anaya dónde te tumbas a charlar, con unas patatillas escuchando la musica de fondo de algún hippy, viendo pasar las horas.....en fin!!

q recuerdos!

Muchos besitos!!