La siguiente noche de luna llena, el príncipe se acerca al horizonte, cuando ve que la luna amanece entre el monte. El valeroso caballero comienza a trepar por las ramas de los árboles. Después, se aferra a las nubes y brincando, brincando, escala por los destellos de las estrellas.
Y una vez llegado a la altura de la luna, se dirige en éstos términos a la misma:
- ¿Qué será luna quesera si te rapto y te llevo a mi casa? De noche alumbrarás los bosques y de día descansarás en las aguas cristalinas de un lago transparente de reflejos multicolores.
- ¿Qué será qué será?…las estrellas llorarán mi ausencia, los lobos aullarán a mi sombra, la oscuridad reinará la noche, vándalos acamparán entre las nubes…
-Te prometo, luna, que nada pasará si cuando yo cuente 3 en este saco de seda saltas. Además si no estas a gusto siempre podrás volver, yo mismo te traeré de igual manera que vine a buscarte.
Y la luna dudó…y decidió que un cambio de cielo no le vendría mal, se lo tomaría como unas vacaciones, y el caballero parece sincero y de buen corazón.
- 1… 2… ¡3!
Y cual ladrón de guante blanco el príncipe colocó el gran queso redondo en el lugar de la luna.
2 comentarios:
no te han dicho que hay que hecharle un poquitin más de tabaco :P
Vaya! lo que se puede hacer por amor....mentir a la pobre e inocente luna y raptarla sin escrúpulo alguno.....
El amante del queso sabe realmente lo que está haciendo??
Por una persona dejar sin luna a todo un planeta!
Aunq sea su querida quesera....es un gesto bastante egoista....
Hay moraleja en esta historia???
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