sábado, 26 de enero de 2013

Retales del pasado...

Y volvió. Como vuelven las gotas de rocío en las mañanas de primavera. Como vuelven las hojas a acariciar las ramas de los árboles desnudos. Y observó.

Pícara, una sonrisa se perfilaba débilmente en su gesto. Era gracioso ver como el armadillo escapaba de los brazos de Morfeo para escribir sus sueños develados. Bichejo extraño donde los haya.

Lo pensó varias veces y decidió dejar su huella fría sobre el abismo de comentarios vacíos.

Y hecho esto, se fue, agradeciendo haber encontrado que el otoño palpitaba entre los párrafos; feliz, de haber descansado de una tarde de escritos científicos en inglés, de entonaciones francesas.

La lluvia empapó el rastro, de aquel ser de sangre fría. Y si vuelve o no vuelve dependerá del destino.

Publicado en 2008 como comentario aquí.

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