sábado, 2 de febrero de 2013

Pepo y Pepito (III)

Pepo y pepito I aquí
Pepo y Pepito II  acá.
 
Los primeros rayos de sol iluminaron sus piquitos y les despertaron cual un beso de mamá gallina. Pepo se dio la vuelta escapando del brillo del despertador. Pepito estiró las alitas y brincando de alegría dijo: ¡Tenemos que cruzar el río ahora que los monstruos han cerrado sus ojos luminosos! ¡No hay tiempo que perder, quizás más tarde vengan más!
 
A Pepo no le gustó la idea, sabía que su hermano era muy cabezón y no abandoraría la idea, pero antes decidió tomar precauciones y agarrar algunas armas que podrían serles útiles más tarde.
Así fue que apareció con un tenedor del ala y un tapón de plástico en la cabeza. Pepito rió la ocurrencia y no dijo nada más, si contradecía mucho a su amigo este nunca se uniría a él en la “cruzada”.

Y así se presentaron en la orilla del río de asfalto. Miraron a ambos lados, pero los monstruos de ruido estaban intentando acabar con ellos tirándoles gas tóxico. Así nunca conseguirían pasar. Pepito perdió la esperanza y decidió cerrar los ojos y cruzar. Pepo siguió tras él, un monstruo rojo se acercaba! Pero su armadura imporvisada pesaba mucho, no podía avanzar tan deprisa como pepito

¡Pepitooooooooooooo!- Gritó mientras veía desaparecer a su amigo debajo de las patas redondas del monstruo. Sintió estremecer su pequeño estomago…




-¡Pepo! ¡Ayúdame!- el pollito muerto de miedo tuvo la suerte de quedarse entre las dos ruedas del coche, y corrió hacia su amigo…
-¡Te dije que no cruzaras!-Y disimuladamente Pepo limpió sus lágrimas. Ven busquemos un lugar mejor, esto es muy peligroso…
Y ambos amigos amarillos decidieron recorrer la orilla de aquel Amazonas infestado de pirañas de colores.

Pepito estaba asustado, pero su idea de cruzar seguía con él. Pepo se pasaba el rato observando, callado, veía monstruos muy diferentes y algunos con sólo dos patas redondas parecían amigables, iban despacio y no soltaban humo. Vio otros seres, iban como ellos sobre dos patas y cruzaban tranquilos el río, ¿pero cómo?

Al final se dieron cuenta, todo el mundo parecía obedecer a un gran árbol metálico con dos luces en el brazo y tres ojos de colores. Simplemente había que aprenderse el código.

Y así hicieron, el árbol vigilaba con sus tres ojos a los mosntruos metálicos y cuando estos estaban dominados bajo su poder, encendía una luz verde para dejar pasar a los seres pacíficos.
¡Menos mal que existía el árbol metálico!

VERDE
Pepito corre otra vez a su ansiado otro lado del río, ese que estaba cerca de aquel campo verde. Pepo pasaba lento con su tenedor y su casco, además por el camino había ido llenando un saquito con cosas para “por si acaso”.

Sin embargo, el saquito tenía un agujero, y al pasar por el río sus tesoros acumulados se esparramaron por el suelo!

¡Pepo ven! ¡Deja eso! La luz verde parpadea! –Pepito gritaba a salvo en la acera.

Pepo miro al árbol metálico, el terror recorrió su cuerpo desde las uñitas de las patas hasta el pico: ¡El ojo del árbol estaba rojo!

Soltó la bolsa, tiró el casco, y del miedo que tenía se olvidó de tirar el tenedor. Fue el pollito más rápido de la historia, claro que no hubo jueces que anotaran el record mundial.
Sintió las patas de caucho destrás de su colita y una vez en la acera, tuvo que sentarse a encontrar un ritmo normal de respiración…

-Pepo, a veces tienes que dejar cosas atrás para seguir adelante… Si no el peso acumulado te impedirá avanzar…

Pepito tenía razón, seguro que más adelante podría seguir buscando otras armas y provisiones, en ese momento lo más importante era escapar de aquella jungla de cemento tan asfixiante.

Triste y contento a la vez, Pepo decidió continuar el camino hasta aquel soñado prado verde.
Pepito reía tras él:
-¡Toma tu lanza! Al parecer ella quiso seguir el camino contigo.

Además Pepito encontró cascos en los que ponía “San Miguel”, y pensó que estaría bien tener una ayudita extra.

Y en esta guisa, nuestros pollitos siguieron su camino hasta su verde paraíso. 

1 comentario:

Lycaon84 dijo...

Son encantadores!!! En serio... haz mas historietas de estos dos pillos que me encanta. Hay una cosa que me llego al alma... A veces hay que dejar cosas atras para seguir adelante. IMPRESIONANTEEEEE!!!! Sigue con ello!!!